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¿Cocina de autor, o mejor con un toque picante?

En toda la zona de Manresa, y en la comunidad catalana en general, podemos presumir de tener grandes estrellas de la gastronomía. Son varios los restaurantes que tienen estrellas Michelín, pero son muchos otros los que, menos famosos y mucho más humildes, ofrecen menús estupendos, platos rompedores y sabores nuevos, siendo las propias estrellas de sus barrios o ciudades. Y desde que la restauración se convirtió en todo un negocio de grandes vuelos, y elevó a sus figuras destacadas al olimpo de la fama, eso no ha hecho más que crecer.

Porque son muchos los dueños de restaurantes que dicen que sus negocios no acaban de arrancar, y que tras la crisis de 2020, han estado a punto de cerrar las puertas varias veces. El sector dice pasar por un mal momento, aunque este año, gracias al aumento del turismo tanto nacional como internacional, ha podido recuperarse un poco. Son muchos los que han tenido que reinventarse, y eso no solo ha pasado por cambiar sus cartas y menús, o incluso los profesionales que los preparan; han debido buscar un nuevo enfoque para sus negocios, y así hemos llegado a ciertas combinaciones un poco extrañas.

Siempre se ha dicho que la comida es el sustituto del sexo, y viceversa. Pero en muchos lugares, los restauradores han pensado que no tienen por qué sustituirse: lo que deben hacer es complementarse. Así es como se ha llegado a la creación de los restaurantes eróticos, por mucho que te chirríe el nombre. ¿Qué son estos lugares, te preguntarás? Pues son locales donde se sirve comida, con mayor o menor elegancia, aderezada con detalles eróticos. Los hay por todo el mundo, y están teniendo gran éxito entre sus comensales, ellos mismos lo reconocen. Puede tratarse de lugares donde camareros y camareras van vestidos de forma sexy, o incluso desnudos, o con algún toque fetichista; o donde son los comensales los que van sin ropa, guardando las consabidas medidas de higiene y seguridad. Pueden ser locales decorados de forma erótica, con símbolos fálicos o aspecto de mazmorra BDSM. O pueden incluir en sus menús todo tipo de ingredientes afrodisíacos, además de incluir platos de estética sexual. Te invitamos a que visites alguno de estos restaurantes, y que mantengas la mente abierta.

Esta combinación comida-sexo no es algo que hayan inventado los que trabajan en la restauración, por supuesto. Es un mito erótico donde los haya, y la pornografía ha hecho uso de él hasta aburrir. Hay incontables videos xxx porno inspirados en ese tema, donde los actores y actrices xxx tienen sexo en un restaurante, o practicas juegos sexuales con alimentos considerados como afrodisíacos: fresas, chocolate, nata, champán… Pero el porno online no es la única manera de conocer la relación entre la gastronomía y el sexo, está lleno de incontables fuentes donde documentarse; claro que, viéndola plasmadas en dos personas que se follan como desaforados, todo queda mucho más claro.

No te voy a engañar: los nombrados restaurantes eróticos de los que he hablado han provocado mucha polémica, tanto o más que la que provoca la pornografía, jeje. Se entiende su fama y su proliferación: son un negocio seguro, y el boca a boca funciona de miedo, sobre todo si se trata de ver hombres guapos y mujeres desnudas. Aquí habría que valorar si compensa fomentar estas actuaciones algo sexistas, porque realmente funciona reclamo, eso no es algo que sorprenda. El sexo, el erotismo y la sensualidad atrae a todo el mundo; si la pornografía es tan criticada por usar esto como negocio, ¿es lícito que sí lo hagan en otro campo?

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¿Es afrodisíaca la gastronomía catalana?

Como ya hemos dicho en anteriores posts, en Cataluña se come de todo, y bien. ¿Qué quiere decir esto? Bien, pues ya que su gastronomía ha sido influenciada por los aspectos, alimentos y recetas de un montón de pueblos y países cercanos, digamos que estamos ante una de las más desarrolladas y a gusto de todos. Eso, aparte de sus productos típicos, que son auténticas delicias y que también parecen haber sido concebidos para satisfacer los paladares más exclusivos.

Todo esto parece ser bastante claro no sólo para los catalanes, sino también para el resto del mundo mundial; no en vano la comunidad es la ganadora de un montón de premios internacionales de gastronomía, ya sea por sus cocineros o por sus establecimientos. La innovación es otra de las características de la cocina catalana, y por eso, en los últimos tiempos se ha hecho presente el reto de conseguir ciertas recetas totalmente sensoriales o sensuales; esto es no sólo ser apreciadas por el paladar, sino también por el resto de los sentidos, incluso el tacto y el oído. Casi estaríamos hablando de una verdadera cocina erótica.

Pero si hablamos de cocina erótica, automáticamente nos viene a la mente las comidas afrodisíacas. No hay más, nuestra mente está genéticamente programada para pensar en sexo el mayor número de veces que se pueda, y eso de unir los alimentos con el placer sexual ha sido algo que el ser humano ha hecho casi desde el principio de los tiempos. No en vano se dice que el placer de una buena comilona es casi similar al de un buen orgasmo; no olvidemos las bacanales, que fueron concebidas para honrar a Baco, dios del vino, y en las que se comía hasta perder el conocimiento, pero que después degeneraron en orgías sexuales (claro, si la indigestión les dejaba participar, lo cual estaba por verse). De hecho, estas fiestas ya se celebraban en Grecia, en honor al homólogo dios del vino griego, Dionisio; y también de Grecia llegó el término «afrodisíaco», que proviene etimológicamente del nombre de la diosa Afrodita, símbolo de la belleza y del amor y placer sensual. ¿Quién dice que estos dos conceptos no están relacionados?

Como podéis apreciar en el video anterior, realmente el cine convencional no ha estirado mucho esa sensual relación entre la gastronomía y la sexualidad; claro, no mucho más allá de los alimentos afrodisíacos. Ni se puede decir que los videos porno que actualmente podemos ver en internet lo hayan hecho tampoco, aunque la cocina haya dado para muchos encuentros apasionados en pareja o en grupos, ya sea para folladas heterosexuales o sexo entre lesbianas. Los juegos con fresas y nata montada son los más habituales que podemos ver en la pornografía, y luego están esas inserciones extremas que generalmente las mujeres realizan con las verduras más enormes que puedan encontrar. Los mismos tópicos de siempre, que realmente no acaban de reflejar bien esas simbiosis de placeres sensuales.

Sin embargo, ¿existen de verdad los alimentos afrodisíacos? Parece que realmente no. El aumento de la líbido frente a la presencia de ciertos manjares está más en nuestra mente que en la realidad, aunque haya ciertas sustancias en esos alimentos que aumentan nuestro riego sanguíneo que, ciertamente, aumenta los latidos del corazón y hacen reaccionar a todo nuestro cuerpo con cierta aceleración. Por supuesto, esto, unido a un ambiente erótico, y a alguna imaginación calenturienta, puede hacernos creer que nos volvemos máquinas sexuales al ingerir ciertos alimentos en el sitio y momentos adecuados. Y en realidad, ¿qué tiene esto de malo? Como la gran mayoría de estos «falsos» afrodisíacos están realmente sabrosos, no se pierde nada con probar; si al final resulta que el sexo no es bueno, nadie puede ya quitarte el delicioso atracón.