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Cocina local

La oferta gastronómica en Manresa

A los catalanes les gusta comer de forma informal, compartiendo siempre una variedad de tapas. Disfrutar de la gastronomía en Cataluña es divertido, y hay multitud de restaurantes y bares de tapas que hacen que esta experiencia sea inolvidable. Una costumbre muy arraigada en Cataluña es sentarse en una terraza y tomar una copa de vermut con un aperitivo , y luego ir a almorzar de tapas, para lo que el vino se apodera del vermut.

En ciudades más grandes, una experiencia enriquecedora para el viajero gastronómico es la visita a los mercados históricos como La Boqueria, Santa Caterina y Sant Antoni en Barcelona , o el Central Sabadell en Sabadell donde durante todo el día se sirven deliciosas tapas en sus bares, y donde cada vez más se puede disfrutar del desayuno con el tenedor , que es una forma satisfactoria de desayunar.

Cataluña tiene una amplia y sorprendente oferta gastronómica que satisface todos los presupuestos y deseos desde la gastronomía tradicional, ¨cocina de la casa¨, hasta la cocina de moda y ecléctica, esta región es una maravilla culinaria para tus papilas. Por lo general, los hoteles de moda cuentan con un restaurante dirigido por un prestigioso chef; en el campo, las llamadas ¨fondas¨ son casonas que ofrecen servicios de alojamiento y restauración, que ofrecen gastronomía tradicional catalana, siempre en contacto con la naturaleza y lejos del ruido de la ciudad, y con toneladas de vino para echarte en la boca.

Los dulces son igualmente importantes que las tapas y el vermut, y en las fiestas un motivo de romería a determinados mercados o confiterías. Las recetas catalanas de postres han adquirido la categoría de joyas culinarias, por nombrar algunas: crema catalana, mel i mato (miel con queso tierno), buñuelos, carquiñoles y los tradicionales panellets que se sirven para Todos los Santos y las prestigiosas Catanies de Vilafranca del Penedès. La mayoría de los pueblos catalanes tienen un dulce que los identifica; cocos y dulces de las Terres de l’Ebre, los pastizales de Rasquera y Tortosa, los orelletes y las galletas de la Vall de Camprodon o los de Vilada, por nombrar algunos ejemplos.

Los dulces en Cataluña también son de temporada. Durante la Semana Santa, los tradicionales Mones toman el escenario, estos son pasteles decorados tradicionalmente con huevos de gallina, que ahora han sido reemplazados por huevos elaborados con chocolate, y también por figuras que representan los ídolos del momento para los más pequeños y no tan pequeños. Para Navidad, la elección de dulces aumenta con barquillos, roscón de Reyes y turrones, que son dulces elaborados con almendras y avellanas como elemento estrella base, blandos o duros.